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Canoa, el estigma impune

“Cinco empleados de la Universidad Autónoma de Puebla fueron linchados esta noche, por más de 2000 habitantes del pueblo de San Miguel Canoa, al ser tomados por estudiantes. Cuatro de ellos perecieron, otro se encuentra gravemente herido. Los Cinco empleados habían ido de excursión a esa población de donde pensaban salir al cerro de la Malinche. Cuando se dirigían a ese lugar, fueron atacados por los habitantes armados con machetes y palos. Habían sido confundidos con estudiantes de la universidad de Puebla y se decía que pretendían colocar una bandera rojinegra en la Iglesia del lugar. Los muertos son Julián González, Roberto Rojano, Jesús Carrillo, Ramón Gutiérrez, el herido Miguel Flores Cruz…”

El próximo sábado 14 de septiembre se cumplirán 45 años del linchamiento ocurrido en San Miguel Canoa, en Puebla. A raíz de estos acontecimientos, en el año de 1975, Felipe Cazals dirige la cinta que lleva por título simplemente “Canoa”.

Para Cazals, esta obra forma parte de una trilogía de cintas oscuramente realistas que dirigió, la cuales tienen como finalidad dejar de mostrar un México ilusorio. En el mismo año ve la luz “El apando” y un año después “Las poquianchis”, que tenían como primicia ser reflejo de hechos reales y trágicos.

Es importante señalar que “Canoa” ganó mejor película y mejor dirección, entre otros 5 Arieles. Además de obtener el Oso de Plata, en Berlín, está considerada dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicano de la revista “Somos” de 1994.

Para quien conoce la historia y nació después de los 70, seguramente no la vio en su libro de texto gratuito, pero sabe de ella por sus padres, por la película o por el texto de Guillermina Meaney (que por cierto, pueden leer en: www.segen.buap.mx/au/cuadernos/cua-10-carhist.pdf).

La cinta es contada a manera de “falso documental”. Inicia, con la llamada de un reportero a su redactor, quién narra la tragedia para ser colocada en las rotativas. Continúa con un semblante del lugar; a partir de un narrador y de entrevistas a “lugareños”, muestra a grosso modo, su geografía y población, además de retratar a los ciudadanos. Prosigue con la dramatización, con las víctimas como protagonistas, desde la preparación del grupo excursionista con destino: la Malinche, hasta su llegada a Canoa y el desenlace fatal. Todo esto siempre, ofreciendo inteligentemente un contexto social.

¿Los motivos? Muchos. Primero. Hay que entender que, desde entonces, Canoa era una comunidad que contrastaba de manera significativa con la cabecera municipal; que a pesar de vivir en un entorno completamente diferente, en el año de 1962, perdió la distinción de municipio para convertirse en una simple junta auxiliar, que sin embargo quedo sumergida en el rezago económico y educativo.

Podemos tocar muchos más. La ignorancia de un pueblo. El fanatismo religioso. El contexto. El movimiento estudiantil del 68, la oleada comunista latinoamericana, con sus revoluciones y sus guerrillas. El presunto sacrilegio cometido a la patria y a la iglesia en el zócalo capitalino con el izamiento de la bandera rojinegra y el estruendo de las campanas de catedral, el 27 de Agosto del mismo año. La creación de una sicosis colectiva, de incertidumbre, de miedo. Los medios de comunicación con su influencia, su poder de persuasión, su perverso manejo para desinformar. El sometimiento de una sociedad ante una figura autoritaria (el párroco en este caso). El escenario en Puebla, en la UAP, años de choques entre afiliados al Partido Comunista Mexicano y el Frente Anticomunista y un largo etcétera.

…Al final Canoa se convirtió en un “Fuenteovejuna” maldito, que sigue cargando con su cruz, y que no fue más que víctima y resultado de una serie de acontecimientos sociales de escala internacional; de un movimiento que cimbró al país entero y que terminó de igual manera, con gritos, sangre e impunidad; no es más que la esquirla de un bombazo que cegó sitios insospechados. Una lección de que los movimientos sociales, económicos, políticos que acontecen a nivel mundial o internacional, repercuten a nivel local.

Muchas veces resulta fácil cerrar los ojos, o pensar que lo que pasa al otro lado del globo es algo ajeno a nuestra realidad. Por dar uno de tantos ejemplos podemos mencionar los sucesos de Siria; tan solo la intervención militar que pretende el país del norte ha hecho que su senado deje de lado la Reforma Migratoria, un tema que repercute a los paisanos, a nuestro país y a tantas comunidades poblanas migrantes.

Hago una invitación y al mismo tiempo me tiro la pedrada, a que debemos leer siempre entre líneas, a indagar más allá sobre temas de interés “glocal”, que lo que vemos generalmente es la llamada punta del ‘iceberg’, a que nos cuestionemos todo, y seamos críticos ante lo que nos toca vivir.

Omar Villaseñor Zayas
@omarVzayas
@LaVoluta